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miércoles, 3 de diciembre de 2014

"Preguntas cristianas y sus respuestas"

Después de la confesión e instrucción en los diez Mandamientos, el Credo Cristiano, el Padrenuestro, los Sacramentos del Santo Bautismo y la Santa Cena, el confesor preguntará, o uno a sí mismo:




1. ¿Crees que eres un pecador?
Sí, lo creo; soy un pecador.

2. ¿Cómo lo sabes?
Se que soy pecador por los Diez Mandamientos, los cuales no he guardado.

3. ¿Sientes pesar por tus pecados?
Si, siento mucho el haber pecado contra Dios.

4. ¿Qué mereciste de Dios por tus pecados?
Merecí el desagrado y la ira de Dios, muerte temporal y eterna condenación.

5. ¿Esperas ser salvo?
Sí, es mi esperanza entrar en la vida eterna.

6. ¿En quién confías para tu salvación?
Confío en mi amado Señor Jesucristo.

7. ¿Quién es Cristo?
Cristo es el Hijo de Dios, verdadero Dios y hombre.

8. ¿Cuántos dioses hay?
Hay un Dios solo; mas hay tres personas: el Padre, y el Hijo, y el Espíritu santo.

9. ¿Qué ha hecho Cristo por ti para que confíes en Él?
Cristo murió por mí, derramando su sangre en la cruz para la remisión de mis pecados.

10. ¿El Padre también murió por ti?
No; el Padre es Dios solamente, el Espíritu Santo también. Mas el Hijo es verdadero Dios y verdadero hombre: Él murió por mí y derramó su sangre por mí.

11. Cómo lo sabes?
Lo sé por el Santo Evangelio y por las palabras del Sacramento, y por su cuerpo y sangre que se me dan como prenda en la Santa Cena.

12. ¿Cuáles son estas palabras?
<<Nuestro Señor Jesucristo, la noche que fue entregado, tomó pan; y  habiendo dado gracias, lo partió y dio a sus discípulos, diciendo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es dado: haced esto en memoria de mí.
Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros es derramada para remisión de los pecados; haced esto, todas las veces que bebiereis, en memoria de mí>>.

13. ¿Crees, pues, que en la Santa Cena está el verdadero cuerpo y sangre de Cristo?
Sí, lo creo.

14. ¿Qué te hace creerlo?
Me hace creerlo la palabra de Cristo: <<Tomad, comed: esto es mi cuerpo; bebed de ella todos; esto es mi sangre>>.

15. ¿Qué debemos hacer cuando comemos su cuerpo y bebemos su sangre, recibiendo así la prenda de su promesa?
Debemos anunciar su muerte y el derramamiento de su sangre, y pensar como Él enseñó: <<Haced esto todas las veces que bebiereis en memoria de mí>>.

16. ¿Por qué debemos pensar en la muerte de Cristo y anunciarla?
Debemos aprender a creer que ninguna criatura ha podido expiar nuestros pecados, sino Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre; y debemos aprender también a considerar con temor nuestros pecados y conocerlos en verdad como graves, y regocijarnos y consolarnos sólo en Cristo, y así por fe en Él ser salvos.

17. ¿Qué indujo a Cristo a morir por tus pecados y expiarlos?
Cristo murió por mí movido por su gran amor para con su Padre, para conmigo y los demás pecadores, como está escrito en:
Juan 15:13 

Romanos 5:8 

Gálatas 2:20

Efesios 5:2.

18. En fin. ¿por qué Deseas comulgar?
En la Santa Cena quiero aprender a creer que Cristo murió  por mis pecados, por el gran amor que tiene para conmigo, como queda dicho; y quiero aprender también de Él a amar a Dios y a mi prójimo.

19. ¿Qué de amonestar y animar al cristiano a que comulgue con frecuencia?
Respecto a Dios, tanto el mandato como la promesa del Señor Jesucristo deben animar al cristiano a comulgar frecuentemente; mas con respecto a sí mismo, la miseria que lo aflige debe impulsarlo, debido a la cual se dan tal mandato, estímulo y promesa.

20. Pero, ¿qué debe hacer uno, si no siente esa miseria, ni tampoco esa hambre y sed por la Santa Cena?
I. Al tal no se podrá aconsejar mejor que, en primer lugar, ponga su mano en su pecho y palpe si tiene todavía carne y sangre, y crea que las Sagradas Escrituras dicen:
Galatas 5:19
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia.

Romanos 7:18
Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

II. En segundo lugar, debe mirar en torno de sí, para ver si está aún en el mundo, y debe pensar que no faltarán pecados y miserias, como dicen las Sagradas Escrituras en:
Juan 15:18
Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.

Juan 16:20
De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes vuestra tristeza se convertirá en gozo. 

1a Juan 2:15-16
No améis al mundo, ni a las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre sino del mundo.

1a Juan 5:19
Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

III. En tercer lugar, seguramente tendrá también al diablo muy de cerca de sí, quien con mentiras y asechanzas de día y de noche no lo dejará en paz interior ni exteriormente, como lo describen las Sagradas Escrituras en:
Juan 8:44
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

1a Pedro 5:8-9
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

Efesios 6:11-12
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

2a Timoteo 2:26
Y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

Te recuerdo Dios esta contigo, el te ama y a cada instante esta en nuestras vidas. Saludos Ulises Beltran

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